La industria alimentaria, utiliza un aire específico para envasar u otras aplicaciones. Una ISO regula la calidad del aire para este tipo de industrias. La ISO que regula las condiciones y calidad del aire comprimido es la 8753.

Esta ISO recoge los requisitos de calidad de aire comprimido y determina qué cantidad máxima de contaminantes y tamaños de partículas puede contener. También esta norma define estándares comprensibles y transparentes, lo que permite que los fabricantes que las cumplan puedan acceder a los mercados de alimentación de todo el mundo.

Cuando el aire comprimido entra en contacto con alimentos, se deben tomar ciertas medidas muy exigentes para no contaminar los productos. El aire comprimido no es puro, y pueden contener

componentes sólidos, e incluso agua condensada por la humedad. Para evitar esa humedad y partículas, se instalan secadores y filtros esterilizantes. En el caso que el aire comprimido entre en contacto con alimentos secos, la ISO 8753 es más estricta en lo relativo a la humedad del aire, por lo que debe instalarse Secadores y Filtros específicos.

En el caso de industrias alimentarias, que produzcan alimentos no secos, utilizando el aire para el transporte, el mezclado o, en general, para la producción del alimento, entrando de este modo en contacto directo con el alimento, la ISO 8753 establece la instalación de diferentes tipos y calibres de filtros antes de entrar el aire en contacto con el alimento.