La normativa vigente que define la calidad del aire es la ISO 8573-1 de 2010, en ella se recogen las clases de pureza que se pueden obtener en el aire comprimido en función de la cantidad de partículas, aceite y agua que transporte.

La calidad se define mediante una serie de tablas:

 

 

Depende del uso que se le vaya a dar al aire comprimido se necesitará una calidad o otra, algunos ejemplos son: